NUESTRO EQUIPO...
EQUIPO EJECUTIVO
Comencé a colaborar con Maxi-Vida porque quería ayudar a la mayor cantidad de pacientes posible. Alrededor de 23 años atrás, me diagnosticaron con LMC y me di cuenta que no había mucha información disponible. En ese momento me puse como objetivo trabajar intensamente para lograr mayor acceso a tratamientos, entregar información de calidad y principalmente entregar apoyo emocional a quien lo necesite. Tener LMC y ser presidenta de Maxi-Vida ha cambiado mi vida, y es por eso por lo que también me gustaría cambiar la vida de otros.
Desde hace 10 años apoyo a la Corporación Maxi-Vida Chile, soy Ingeniero en Administración de Empresas y Magister en Gerencia Pública y Organizaciones Sociales. Actualmente soy vice-presidente de la corporación, trabajo como profesor de adultos con necesidades especiales y tengo una empresa de impacto social.
En el año 2013 diagnosticaron a mi hija con un GIST, desde ahí comenzó una seguidilla de exámenes, intervenciones y consultas médicas. Agradecida de Dios haber encontrado la Corporación Maxi-Vida, quienes me apoyaron, contuvieron e indicaron el camino correcto para iniciar el largo tratamiento para lograr finalmente un resultado exitoso en esta dura enfermedad. Todo es posible y se puede cuando existen voluntades como las que aquellas personas que ponen sus ganas de ayudar al otro sin siquiera conocerlas. Maxi-Vida es y será una Corporación de ayuda verdadera y sin fines de lucro. Hoy muchas familias son parte de esta Corporación y saben el gran aporte que se entrega tanto al paciente como las familias, en contención y apoyo psicológico y emocional, en educación al paciente para un buen uso de sus tratamientos y por último te indican un camino seguro donde encontrar soluciones a estas graves enfermedades. Sin duda agradezco de corazón haber conocido y vivido tantos momentos hermosos de ayuda fraterna junto a esta gran familia y por supuesto mi compromiso va más allá de ser parte de una directiva, sino de propagar por la vida que junto a Maxi-Vida ¡sí se puede!
Hematóloga, Asesora en el Ministerio de Salud.
Jefa del Laboratorio de Citogenética del Hospital del Salvador.
Química Farmacéutica Hospital de Talca
DIRECTORES REGIONALES
Hola soy Tomás Quispe y a los 36 años me diagnosticaron LMC. El año 2108, en una actividad regional, conocí el grupo de Maxi-Vida y leí sobre sus valores. Desde entonces he estado comprometido con ser partícipe de esta organización ya que son un grupo de apoyo y vital para pacientes con las distintas enfermedades ya sea LMC, LMA, LLC, LLA o Gist. Los valores de Maxi-Vida además se ajustan a mi personalidad y me dan una motivación personal extra para enfrentar los desafíos que la enfermedad nos pone por delante.
Soy Guillermina Machuca viuda de Mejías. Si agrego viuda de Mejías es porque mi marido Carlos Mejías Morales es quien me ha motivado a ser parte de Maxi-Vida y mas aún directora en La Serena. En el año 2013 mi marido fue diagnosticado de GIST, lo operaron en Santiago, pero nuestra preocupación fue cómo financiar el medicamento que debía tomar, podíamos financiarlo dos o tres meses, pero más era imposible. En esas circunstancias el oncólogo nos habló de una fundación que nos podía ayudar. Así fue como llegamos a Maxi-Vida. Después de 3 años tomando su medicamento, Carlos fue dado de alta y a los 8 meses sin medicamento reapareció su cáncer, ahora con metástasis, y falleció el 12 de enero de 2017. Siempre quise de alguna manera retribuir el apoyo que recibimos mis hijos y yo. Dios ha permitido que hoy se me dé la oportunidad perteneciendo a Maxi-Vida para apoyar a familias que necesitan contención y ayuda que en otro momento recibimos mis hijos y yo.
Soy Danira Ríos paciente desde diciembre del 2012. Me atiendo en el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso y mi Dra. es Bernardita Rojas. Me propusieron ser representante de Maxi-Vida por la quinta región y acepté porque quiero ser útil a la corporación y brindar ayuda a todos los pacientes de la región.
Soy Claudia Felber y a los 28 años me diagnosticaron GIST. El año 2013 me operaron y luego de la operación, el grupo médico decidió dejarme con un remedio cuyo costo es de 2.300.000 mensual. En Chile no fui prioridad en la parte pública por haberme operado particular, lo que causó desesperación en mi familia. Dios te lleva a partes que piensas que son equívocas, me enviaron nuevamente al San Juan de Dios, llegué donde una gastroenteróloga por equivocación, la que me dice que no podía hacer nada pero que tenía una tarjeta de alguien que me podría ayudar. Esa persona en menos de 24 hrs me respondió que la Corporación Maxi-Vida me daría el medicamento por 3 años, una pastilla todos los días. Ahí conocí a mi segunda familia. Con mi mamá decidimos participar en todo lo relacionado con Maxi-Vida, apoyando todas las actividades y haciendo red de enlace. Gracias por siempre estar y mientras esté con mi madre, mi hijo, mi esposo y yo estaremos para lo que sea necesario en Maxi-Vida. Gracias por mi segunda oportunidad, gracias por tanto!!
Tengo 37 años y en el 2017 después de casi 2 año de peregrinación por varios médicos, fui diagnosticado con Leucemia Mieloide Crónica (LMC). Al principio fue muy difícil por que no se sabe mucho de esta enfermedad, pero un día, la hematóloga del Hospital San Juan de Dios me recomendó la fundación Maxi-Vida y me dio sus contacto para que consulta. Participo en lo que puedo y me he sentido muy cómodo en la corporación, ya que hacen el mayor esfuerzo para guiarnos como pacientes a través de las dificultades que conlleva esta enfermedad y su tratamiento. Agradezco mucho a Maxi-Vida, ya que para mi ha sido un pilar fundamente en mi recuperación.
La vida me ha puesto algunos obstáculos que he podido saltear gracias al apoyo de mi familia y amigos. En el año 2014 me diagnosticaron con LMC, mi tercer cáncer. Después de mi primer control en el Hospital Sótero del Río recibí un llamado invitándome a una reunión de Maxi-Vida. Conocí a mucha gente que estaba en este mismo andar. En especial a María Valdebenito que tenía muchos años con LMC, ella me traspasó su experiencia y fortaleza. Siempre con una gran disposición y apoyo a todos los pacientes. Le dije a Felipe que contara conmigo en lo que pudiera cooperar, desde ese día he participado en Maxi-Vida.
Hoy como una de las directoras de la Región Metropolitana, quiero transmitir los conocimientos y apoyo que he aprendido en este caminar.
En el año 2012 mi hijo Felipe fue diagnosticado con LLA. En una oportunidad le faltó el medicamento y fue ahí cuando supe de Maxi-Vida. Fueron cinco años que mi hijo estuvo en tratamiento, él falleció el 2017. Por esta razón sentí la necesidad de ayudar a todas aquellas personas, tanto pacientes como familiares, que se encuentren pasando por lo mismo que viví con mi hijo.
Mi compromiso como Directora de la Región de O'Higgins es trabajar unidos como equipo para obtener beneficios para los pacientes y que tengan una mejor calidad de vida. Aportar con consejos, palabras de aliento y contención a todos los que lo necesiten. Trabajando unidos se puede lograr mucho.
Me diagnosticaron Leucemia Mieloide Crónica el 2017. Fue ahí cuando mi doctor me guió a participar de esta corporación. La principal motivación para ser Director Regional es la de ayudar o cooperar a otros pacientes, que desde el punto de vista de uno de sus pares se pueda establecer una comunicación más cercana y sin temores. En segundo lugar esta la de mi inquietud de aprender, no es fácil, pero hay que hacerlo, es mejor estar preparado.
Me diagnosticaron Leucemia Mieloide Crónica y en ese momento escuchar a mi médico fue más que una pesadilla. Me enfrentaba a una gran batalla, dejar atrás el mundo que había creado y tanto amaba en mis 50 años. Confieso que no sentí pena, sólo confusión, vacíos y me preguntaba “..y ahora qué..”. Me visitó un médico que estaba haciendo el internado, le pedí que diera su opinión de mi enfermedad y el tratamiento; me dijo que eso es lo que había pero que era sólo paliativo, pero sin embargo había una pequeña posibilidad con un tratamiento que no estaba cubierto en el sistema de salud chileno y que era muy difícil de conseguir. Después de un tiempo recibí la noticia que podría recibir ese tratamiento, de eso han transcurrido 10 años. He conocido muchas personas con el mismo diagnóstico y tratamiento a través de Maxi-Vida, hemos creado un grupo que nos reunimos a compartir nuestras experiencias y estado de salud. Es mucho lo que falta por decir, es sólo una pincelada de mi sentir. Disfruto día a día este regalo de amor, este milagro de volver a vivir.